
PROCESO DE IMPRESIÓN
Lo primero que hacemos a la hora de imprimir un modelo, es poner la resina en la cubeta y seleccionar el archivo en la pantalla táctil. Cuando ya tenemos la impresión, sacamos los modelos con una espátula y los metemos en el recipiente de limpieza, en agua o alcochol, depende del tipo de resina.
Esta limpieza consiste en una base giratoria, en la parte baja del recipiente, la cual mueve el líquido como si fuera una pequeña turbina. Dentro, ponemos la rejilla donde situamos las piezas. Al acabar este proceso, quitamos el recipiente y ponemos una lámina, que refleja la luz del curado hacia arriba, y una base giratoria donde colocaremos las piezas, la cual hace que se curen por todos los lados, ya que las luces son una columna vertical que tiene un pequeño brazo en la parte superior que se inclina para poder curar por arriba. Depende de la pieza tarda más o menos en curar, puede ponerse desde 5 minutos hasta 20. Después de curarlas, se sacan los soportes, ya que si se sacan recién impresas se podría dañar la pieza al estar más blanda.